El proyecto SUPROMED permitirá a agricultores utilizar tecnologías agrarias sostenibles en el Mediterráneo ante el cambio climático

Este proyecto europeo, coordinado por la UCLM, ha arrancado hoy en el Campus de Albacete con la celebración de su primera reunión

El grupo de trabajo del proyecto europeo SUPROMED (Producción sostenible en ambientes con limitada disponibilidad de agua del agro-ecosistema Mediterráneo) ha celebrado esta mañana en el Campus de Albacete la primera de sus reuniones, marcando así la puesta en marcha de este proyecto, cuyo reto es el de “transferir el conocimiento que tenemos de centros de investigación y empresas a los agricultores para que utilicen tecnologías que les permitan la sostenibilidad de la producción de alimentos en el Mediterráneo frente al cambio climático”, tal y como ha manifestado el director del Centro Regional del Agua (CREA) de la Universidad de Castilla-La Macha (UCLM) , José María Tarjuelo.

La Universidad de Castilla-La Mancha, a través del grupo de investigación “Agronomía e Ingeniería del Riego”, coordina SUPROMED, un proyecto europeo financiado por la fundación PRIMA (Alianza para la Investigación e Innovación en el Área del Mediterráneo), cuyo principal objetivo es proporcionar un sistema holístico que integra el manejo de agua, la energía (incluida la fotovoltaica) y los demás medios de producción en el sistema agrario del Mediterráneo, tratando de hacerlo más resistente al cambio climático en términos socioeconómicos y medioambientales. 

Para este objetivo, SUPROMED desarrollará una plataforma “especialmente diseñada para asesorar a agricultores y técnicos en la gestión eficiente de los sistemas de cultivo y la ganadería en el Mediterráneo”. La plataforma integrará un conjunto validado de modelos y herramientas (MOPECO, DOPIR-SOLAR…) utilizando datos georreferenciados en tiempo real de clima, de suelo y de cultivo, junto con imágenes de satélite para el seguimiento del crecimiento y desarrollo de los cultivos y la programación de riegos, generando clasificaciones agroclimáticas y zonificación, con alertas agrícolas, junto con herramientas de pronóstico de sequía relacionadas con el cambio climático”, explican los investigadores. 

La presentación de la jornada ha contado con la participación de la directora académica de Investigación y Política Científica, Amaya Zalacaín; el coordinador del proyecto, Alfonso Dominguez, y el director del CREA, José María Tarjuelo, quien subrayaba como reto importante el de “transferir el conocimiento que tenemos de centros de investigación y empresas a los agricultores para que utilicen tecnologías que les permitan la sostenibilidad de la producción de alimentos en el Mediterráneo frente al actual cambio climático. 
Por su parte, Alfonso Dominguez subrayó que SUPROMED es un proyecto de transferencia por el que se mejorará la capacidad de las explotaciones y de los ecosistemas agrarios del Mediterráneo “ante un escenario de escasez de recursos hídricos, crecimiento de población, baja rentabilidad de explotaciones de regadío y ante una situación actual de cambio climático y calentamiento global”, señaló, a la vez que apuntaba como principal reto seleccionar a los agricultores medios para que puedan utilizar estas herramientas y que el resto de usuarios vean lo beneficioso de ellas. 

El director del CREA también hizo mención especial a las empresas implicadas, como Hispatec que “es la que va a absorber la plataforma y los modelos para ponerlos al servicio y nivel de entendimiento de un agricultor”. Otras empresas se ocuparán de los trabajos de teledetección y cambio climático y otras, analizarán el impacto socioeconómico. 

La plataforma SUPROMED se calibrará en tres amplias zonas de demostración en España (Albacete), Líbano (Valle del Bekaa) y Túnez (región de Sidi Bouzid). Además, se llevará a cabo un ambicioso programa de formación y transferencia en los anteriores países y en Marruecos, ayudando a los agricultores en la implementación con éxito de SUPROMED en las prácticas agrícolas. 

El proyecto tiene un presupuesto de dos millones de euros, una duración de tres años y cuenta con la participación de siete grupos de investigación y tres empresas de España (CREA, ITAP e HISPATEC), Francia (SEMIDE), Grecia (Universidad de Thessaly y 3DSA), Líbano (Universidad Libanesa y DIFAF) y Túnez (INRGREF y INGC).