Alrededor de 400 expertos en electroquímica participan estos días en el Campus de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en un congreso que aborda las aplicaciones energéticas y ambientales de esta tecnología, fundamental para conseguir pilas de combustible, remediar suelos contaminados, tratar fluidos industriales o desinfectar aguas. En la inauguración, celebrada el pasado domingo, participó la vicerrectora de Internacionalización y Formación Permanente, Fátima Guadamillas.
Sobre estos asuntos debaten hasta mañana miércoles en el Campus Tecnológico de la Fábrica de Armas de Toledo alrededor de 400 investigadores vinculados a la Asociación Internacional Electroquímica, que tiene 3.800 miembros e implantación en 74 países. El congreso, uno de los tres que la organización celebra cada año, está coordinado por los catedráticos Manuel Rodrigo (Facultad de Ciencias Químicas de la UCLM) y Enrique Herrero (Facultad de Ciencias de la Universidad de Alicante).
De forma paralela, se están celebrando reuniones de otras dos asociaciones vinculadas, el Grupo de Ingeniería Electroquímica de la Federación Europea de Ingenieros Químicos y la Red de Excelencia de Aplicaciones Medioambientales y Energéticas de la Tecnología Electroquímica, financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Según explica el profesor Rodrigo, los investigadores en esta área tratan de avanzar en la “descarbonización de la sociedad”, buscando aplicaciones de la tecnología electroquímica “en la sustitución de motores diésel y gasolina por alternativas menos contaminantes o en el desarrollo de baterías con mayor durabilidad y más robustas”, entre otras. En definitiva, “se trata de conseguir un mundo mas sostenible, porque la tecnología electroquímica se puede acoplar a la energía solar o a la eólica”.